Es profesora de idiomas, tiene 75 años, es de California y ha conseguido su momento de fama. Se llama Sharon Lane. Ha vendido todo su patrimonio personal y se ha instalado en el MV Gemini, un barco de pasajeros de la compañía turca Miray, que tiene previsto pasar por 135 países y 375 puertos en los próximos 36 meses. O sea, una gran aventura marina. Le costará cien mil dólares a la protagonista. Sharon es un tanto especial porque en contra de lo habitual, declara que “los días que más me gustan son los que navegamos por los océanos”, dijo a la CNN. Espera con interés las escalas en Escocia y en Irlanda, de donde dice que tiene ascendientes. Está por saberse si la escala le dará tiempo para descubrir algo de interés.
La mujer es un tanto extraña también porque ha asegurado que no le interesa para nada el lujo frecuentemente asociado con los cruceros, por lo que ha escogido el camarote más económico del barco. Piensa mantener un blog online en el que va a ir contando su experiencia. Como todos los blogs, no recaudará dinero, con lo que cuando acabe el crucero y haya vendido todo su patrimonio, tendrá un nuevo problema. Lógicamente los periodistas le han preguntado por ello.
La respuesta de la profesora de idiomas es que no sabe qué pasará. Tal vez, piensa, acabará viviendo en otro país, dice a la CNN. Dice que no quiere estar más en su casa, entre cosas, es de suponer, porque para cuando vuelva ya no será suya.
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