Definitivamente, Ryanair va a tener que recortar vuelos en julio y agosto porque no va a disponer del número de aviones que Boeing se había comprometido a entregarle, debido a los nuevos retrasos en la producción del 737Max. Sin embargo, la compañía cree que no va a tener problemas en cumplir su objetivo de llegar a los 185 millones de viajeros en el año
El recorte, dice la low cost irlandesa, no se notará. Los viajeros no lo notarán porque se suprimirán vuelos en rutas en las que hay una amplia oferta y recolocará a los viajeros. O, en su caso, se disuadirá la demanda vía precio.
Estas medidas tendrán lugar únicamente en julio y agosto y permitirán a la irlandesa cumplir con su plan de operaciones en lo esencial
Según ha dicho Ryanair, que ha estado en conversaciones con Boeing para analizar este problema, el número de aviones que no llegarán a Irlanda será muy bajo, incluso menos de diez. Se supone que este es el resultado de las presiones de la irlandesa al fabricante. Ryanair indica que es perfectamente capaz de reducir esa oferta sin que altere lo esencial de su planificación.
No obstante, con un lenguaje muy suave, recordó que es muy lamentable que Boeing no pueda cumplir con sus entregas. Pero, al mismo tiempo, Ryanair recordó que nada de lo que está ocurriendo con los Max iba a tener un impacto sobre las conversaciones para la compra de nuevos aviones. Obviamente, este argumento va a estar sobre la mesa, por mucho que lo niegue.
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